Es frecuente que luego de fallecida una persona y, en la mayoría de los casos, terminada la etapa del duelo de emociones, los familiares suelen preguntarse qué ocurrirá con sus bienes y quiénes serán los herederos, por lo que la sucesión se convierte en un proceso legal delicado y necesario, el cual debe abordarse con rapidez.
La ley panameña, específicamente el artículo 628 del código civil, define la sucesión como la transmisión de los derechos activos y pasivos de una persona fallecida a la persona que sobrevive, a la cual la ley o el propio testador, persona fallecida, llama a recibirla.
Una vez definido el concepto de sucesión, es importante adentrarnos en las dos modalidades en las que se puede circunscribir un proceso de sucesión en Panamá, y estas son la sucesión testada y la sucesión intestada.
La Sucesión Testada es aquella disposición hereditaria en la que el difunto ha dejado constancia de su voluntad, en relación a la repartición de sus bienes, a través de un instrumento legal denominado testamento, donde este tipo de juicio de sucesión suele ser un poco más simple y por consiguiente más rápido de tramitar ante los tribunales, ya que lo que se busca es el cumplimiento directo de la última voluntad plasmada por la persona fallecida.
Por otro lado, existe la Sucesión Intestada que es aquella disposición sucesoria en la que no existe una constancia legal (testamento) del difunto para la distribución de sus bienes, es decir el causante (persona fallecida) no ha dejado plenamente establecida su voluntad, y es aquí donde la propia ley establece la forma y manera de distribución de los bienes (En Panamá el derecho primario para heredar lo tienen la esposa y los hijos).
Es importante mencionar que en la Sucesión Intestada permite que toda persona que se crea con derecho a heredar puede iniciar el proceso intestado o adherirse a una solicitud existente para que el juez haga la declaración de herederos, donde en caso que no existan personas que tenga derecho a heredar, la herencia será pasada al Municipio donde tuvo el último domicilio el difunto.
Dato de oro: Todas las sucesiones en Panamá, tanto la sucesión testada (testamento) como la sucesión intestada (no testamento), deben ser sometidas a un proceso judicial ante los Tribunales de Justicia, para que el juez correspondiente adjudique a los herederos los bienes de la persona fallecida.
Aquella en la que el fallecido ha dejado constancia de su voluntad a través de testamento.
En relación al tiempo que puede durar este tipo de proceso, en base a nuestra experiencia en los tribunales de justicia, un juicio de sucesión testada puede durar entre los 6 y 12 meses. Sin embargo, va a depender de la disposición que tengas los herederos y lo organizado en que se encuentre el caudal hereditario (bienes del testador).
Aquella donde no existe un documento legal que establezca quienes son los herederos de la persona fallecida.
En relación al tiempo que puede durar este tipo de proceso, en base a nuestra experiencia en los tribunales de justicia, un juicio de sucesión intestada puede durar entre los 8 y 16 meses. Sin embargo, va a depender de la disposición que tengas los herederos y lo organizado en que se encuentre el caudal hereditario (bienes del fallecido).
En Candanedo Correa Abogados somos especialistas en Juicios de Sucesión, tanto testada e intestada, con amplia experiencia en el trámite de estos procesos en diversas áreas del país.
De igual forma, te asesoramos en la elaboración de tu testamento, que es uno de los instrumentos legales más recomendables para todas las personas, ya que el mismo nos da la oportunidad de organizar la distribución de nuestros bienes para cuando faltemos en esta vida terrenal.
Artículo elaborado por: Lcdo. Abdiel Ortiz C.